El poder de la naturaleza en el running 

Correr en entornos naturales no solo mejora el rendimiento físico, sino que también potencia el bienestar mental y emocional

El running no es solo correr; el entorno en el que lo practicamos marca una gran diferencia. Correr en ambientes urbanos, rodeados de tráfico y edificios, genera un impacto distinto al de hacerlo en un parque, en la playa o en la montaña.

La naturaleza potencia los beneficios del running, ofreciendo una tranquilidad que es más difícil de encontrar en entornos urbanos.

Según un estudio de la revista Nature, correr al aire libre mejora la capacidad pulmonar, refuerza el sistema inmunológico y reduce el estrés. Además, enfrentarnos a terrenos irregulares activa distintos grupos musculares, lo que fortalece nuestra resistencia.

El estudio también indica que correr en entornos naturales no solo mejora el estado de ánimo, sino que proporciona claridad mental y un enfoque renovado.

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