Descubre cómo las carreras largas, de resistencia y rápidas pueden mejorar tu rendimiento y preparación
Si buscas mejorar tu rendimiento en el running, es fundamental incluir entrenamientos específicos que se adapten a tus objetivos. A continuación, te explicamos tres tipos clave de sesiones que no pueden faltar en tu plan:
- Carreras largas: Son indispensables para ganar resistencia. Estas sesiones ayudan a tu cuerpo a adaptarse al esfuerzo prolongado, optimizando el uso del oxígeno y la energía, mientras reducen la fatiga. Además, entrenan a tu cuerpo para utilizar las grasas como combustible, haciéndolas ideales tanto para pruebas de larga como de corta distancia.
- Carreras de resistencia: Perfectas para hacerte más eficiente. Consisten en recorrer un circuito varias veces o completar una distancia a buen ritmo. Este tipo de entrenamiento mejora tu técnica, fortalece tus músculos y fomenta la quema de grasas, permitiéndote lograr más con el mismo esfuerzo.
- Carreras rápidas (tempo o intervalos): La clave para aumentar tu velocidad. Los intervalos cortos desarrollan la potencia muscular, mientras que los largos potencian tu capacidad de resistir el cansancio. Además, perfecciona tu técnica y te permite mantener ritmos altos durante más tiempo.
Incorpora estos entrenamientos en tu rutina para convertirte en un corredor más completo y preparado. ¡Cada sesión cuenta en el camino hacia tus metas!