Esta práctica es popular entre corredores y deportistas, pero la evidencia científica sobre sus efectos es variada
Los baños de agua fría han ganado popularidad entre corredores y otros deportistas, ya que se cree que son efectivos para reducir la inflamación corporal y acelerar la recuperación muscular.
«Por lo general, es muy probable que faciliten la recuperación tras una carrera que sabes que tus músculos y tus piernas acabarán resentidos o cuando experimentas mucha tensión por el calor», explica el doctor Patrick Wilson, especializado en la investigación sobre el running.
Sin embargo, aunque muchos confían en sus beneficios, la evidencia científica es mixta. Algunos estudios sugieren que el efecto podría ser más psicológico que físico. No existe consenso sobre la temperatura o duración óptima de estos baños, y algunos expertos advierten que el uso excesivo puede evitar que los músculos se fortalezcan correctamente. Además, los baños de agua fría pueden aumentar la hormona del estrés, presentar un riesgo de hipotermia y generar un efecto placebo.
Por lo tanto, es importante considerar los baños de agua fría con precaución, dado que su efectividad puede variar según el contexto y la individualidad de cada deportista.
