¿Asfalto o montaña? Las diferencias clave entre correr en cada terreno

Del running urbano al trail: lo que debes saber antes de cambiar de superficie.

Si estás pensando en pasar del asfalto al trail running, prepárate para un desafío completamente diferente. Aunque ambos deportes comparten la esencia de correr, la adaptación física y mental es clave para disfrutar del cambio.

  1. Trabajarás músculos diferentes

En el trail running, el terreno irregular hace que tus músculos trabajen al límite. Además de las piernas, los estabilizadores, caderas y core se activan constantemente para mantener el equilibrio ante raíces, rocas y descensos técnicos.

  1. La técnica es completamente distinta

En el asfalto, el objetivo suele ser mantener un ritmo constante. En cambio, en la montaña, la técnica cambia según la inclinación y el tipo de terreno: subidas exigentes, bajadas técnicas y terrenos inestables requieren ajustes en cada zancada.

  1. La mentalidad lo es todo

Correr en asfalto permite desconectar en muchos momentos, pero en el trail es imprescindible estar atento al camino. Un segundo de distracción puede acabar en una caída o un mal apoyo.

Si estás listo para dar el salto a la montaña, recuerda que incluir entrenamiento de fuerza en tu rutina te ayudará a fortalecer el cuerpo y reducir el riesgo de lesiones.

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