Gjert Ingebrigtsen, extécnico del campeón olímpico, podría enfrentarse a una pena de hasta seis años de cárcel por violencia y abuso contra sus hijos Jakob e Ingrid
La justicia noruega se enfrenta a un caso tan delicado como mediático: la Fiscalía ha solicitado dos años y medio de prisión para Gjert Ingebrigtsen, padre y exentrenador del campeón olímpico y mundial Jakob Ingebrigtsen, acusado de haber ejercido violencia y abuso psicológico sobre dos de sus hijos, Jakob e Ingrid.
Durante el juicio celebrado el pasado mes de marzo, Jakob declaró ante el tribunal y describió una infancia marcada por el miedo, la manipulación y varios episodios de violencia. Su testimonio conmocionó al país y marcó un punto de inflexión en la imagen pública del que fuera el artífice del meteórico ascenso deportivo de sus hijos.
Gjert Ingebrigtsen, que se ha declarado inocente y ha negado reiteradamente todos los cargos, podría ser condenado hasta a seis años de prisión si el tribunal lo considera culpable.
Mientras tanto, Jakob Ingebrigtsen se encuentra lesionado y su participación en los Bislett Games de Oslo, una de las pruebas más importantes del calendario noruego en la Diamond League, parece descartada. Su regreso a la competición podría retrasarse hasta finales de junio, en el meeting de Ostrava.
El caso ha sacudido no sólo al mundo del atletismo, sino también a la opinión pública noruega, que durante años había visto en la familia Ingebrigtsen un ejemplo de unidad y éxito deportivo. Ahora, ese relato queda en entredicho.